Tuesday, August 02, 2005

Edward, Daniel y yo.

El pasado domingo creo que volví a tener fe en los medios de comunicación.
Los que tenemos la suerte de disponer de televisión por cable, pudimos ver el espacio que la Televisión Española (TVE) dedicó a transmitir el Concierto por la Paz - homenaje a Edward Said.
Más allá de la apreciación artística que puede hacerse de la orquesta West Eastern Divan, llamada así en homenaje a la fascinación de Goethe por el mundo árabe, la emoción estuvo en el aire tan sólo al percibir el ambiente del auditorio. Ni hablar de lo que fue escuchar a esos jóvenes, realmente la orquesta es buena, más allá de lo que representa, algo que sin duda es hasta superior a la música misma.
Cuando Edward Said y Daniel Barenboim decidieron llevar adelante este proyecto, que sienta lado a lado a músicos palestinos, israelíes, jordanos, sirios, egipcios y españoles (perdón si olvido mencionar a alguno de los países que alimentan esta fuente de fraternidad), no lo hicieron por una motivación política, aunque sin duda está implícita en la profunda humanidad del proyecto, y que más grande que romper la palabra política, pero no desde la crítica, sino desde la oportunidad de darle un significado profundo y a la vez palpable.
Edward y Daniel querían devolver a los mundos que los alimentaron, cultural y emocionalmente, algo de lo que están orgullosos, y eso pone piel de gallina, especialmente en estos días de egoísmo y sinrazón.
En cierta forma, con estas palabras, quería "cortar" un poco el clima casi trágico de los mensajes que hasta ahora han aparecido en el blog.
La música, la de Barenboim, interpretando a Mozart, Mahler, o para mi, en estos días, la de Anna Maria Jopek (una poco conocida cantante y pianista polaca), o tal vez Albert Ayler y su maravilloso saxo en "Spiritual Unity", y por allí Ismael Serrano en su disco "La Traición de Wendy", y tantas cosas más que se mezclan y sintetizan un pensamiento: vale la pena sentarse a escuchar que dice el otro. Ayer lo dijo Barenboim, con sus palabras, y por supuesto, con mucha más contundencia, con su batuta.

No comments: